ENTREVISTA con Silvia Bertolaccini | «Es difícil que volvamos a ver otro jugador como Tiger» (Parte 3)
Por: Federico G. Arboleda L. | Director Nación Golf
- Lea aquí la primera parte de la entrevista exclusiva con Silvia Bertolaccini.
- Lea aquí la segunda parte de la entrevista exclusiva con Silvia Bertolaccini.
Continuando con el golf, Silvia nos contó cómo ve la situación de los jugadores que van llegando respecto a lo que hizo Tiger, habló del presente de los latinoamericanos que compiten en el PGA Tour y mencionó al que sería el threesome ideal con el que compartiría, concluyendo con la que fue su narración más emocionante
Esta es la tercera y última parte de esta charla.
Su opinión respecto a Tiger y al grupo de jugadores que domina actualmente en el PGA Tour es clara
La clave está en que lo que hizo Tiger es realmente algo increíble y para que salga un jugador como él pueden pasar muchos años; hasta diría que no lo vamos a volver a ver nunca más. Por ejemplo, Rory McIlroy tiene un talento increíble y para alcanzar los números de lo que hizo Tiger todavía le falta un montón.
Cualquiera de esos jugadores, que son los mejores jugadores del momento, están lejísimos de llegar a donde llego Tiger en todo sentido, y ni pensar en la cantidad de Majors. Por eso la comparación es difícil, pues se podría afirmar que jamás se volverá a llegar a lo que hizo Tiger Woods.
Así que es difícil elegir ahorita a algún jugador porque los golfistas, de un momento a otro, bajan el nivel tal como lo han hecho Jordan Spieth, Jason Day y el mismo Dustin Johnson, quienes no tienen mucha regularidad, arrancan bien el año y lo terminan mal.
La competencia en el Tour es cada vez más difícil y uno nunca sabe. Porque realmente no es por falta de práctica, o porque ya tengan las cuentas bancarias llenas de plata y decidan no hacer más. Es porque realmente, y ellos mismos lo dicen, no juegan por la plata, juegan para ganar torneos y así tener el prestigio de decir que son los campeones del US Open, del Masters, o de cualquiera de estos eventos.
Hoy en día se juzga a los jugadores por esos grandes eventos que ganan y ganar tres torneos en el PGA Tour pasa a ser poco, comparado con los años de Tiger. Cuando uno piensa que Tiger ganó 7, 8 y hasta 9 veces en un año, parece algo ridículo y más cuando lo hacía jugando un máximo de 21 torneos al año.
Entonces es inconcebible pensar que alguien pueda repetir lo que hizo Tiger. ¿Por qué él era diferente? Porque tenía la habilidad, no solo de pegarle bien a la pelota, sino de embocar y de hacer las jugadas justas en el momento justo, algo que es una habilidad única.
Tiger soportaba la presión como ninguno: ese corazón para embocar el putt desde 6 y 7 metros cuando ya parecía que ahí perdía un golpe, sumado a que después venían 3 o 4 hoyos buenos y los aprovechaba al máximo, teniendo siempre esa sensación de nunca estar fuera del campeonato es única, tal como sucedió en el último Masters.
Sin embargo, ahora lo volvieron a operar de la rodilla, así que, a sus 43 años, no sé cuánto más nos va a durar, pero lo que dure en la pantalla, siempre va a ser considerado como la gran atracción de la semana, sin duda.
Hay que dejar que la gente vea con los ojos y tú agrégales algo a esa mirada, porque no necesitas contarle lo que están viendo»
Tras una larga carrera, termina el recorrido llena de aprendizajes
Si es por un año en particular, ese año sería el 2000. Fue el gran año de Tiger y en ese año fueron a jugar la Copa del Mundo a Buenos Aires, donde nosotros estuvimos, vimos todo ese movimiento que se generó, la emoción de la gente al verlo fue algo fascinante en todo sentido.
Como aprendizaje, me toma un poco por sorpresa la pregunta, porque aprendí muchas cosas de mucha gente diferente, sobre todo en la parte de transmisión, donde algo puntual que sí aprendí es que menos es mucho y menos es mejor. Hay que dejar que la gente vea con los ojos y tú agrégales algo a esa mirada, porque no necesitas contarle lo que están viendo, eso fue un gran aprendizaje.
Hoy en día puedes aprender muchísimo y nosotros todo el tiempo nos manteníamos leyendo e informándonos como para estar al día. No solo enfocándonos en la parte técnica del golf sino también en la parte humana de los jugadores, la cual hoy en día se conoce mucho más y se hace más pública a medida que uno los puede seguir tanto en redes sociales como en artículos.
Algunas veces uno está mirando golf, tal como sucede con cualquier otro deporte, y ve al profesional como si fuera una máquina y no son máquinas, también tienen sus emociones, sus problemas afuera de la cancha, en muchos casos, y en ciertos momentos el bajón de un jugador se debe también a cosas personales, por eso también tratábamos de llevar un poco y explicar la parte humana del jugador, porque, como dije anteriormente, no son máquinas.
Y tiene claro el threesome con el que le gustaría recorrer un campo
Ben Hogan, Tiger Woods y Annika Sorestam.
Sigue a todos los latinoamericanos en el circuito y a nivel mundial considera que es Rory uno de los mejores
A los jugadores latinoamericanos los sigo a todos. Y he tenido la posibilidad de hablar con algunos, como es el caso de Ángel Cabrera, Emiliano Grillo, Camilo Villegas, Joaquín Niemann, a Jhonattan Vegas también tuve la posibilidad de conocerlo en la Presidents Cup. En realidad, me encanta verlos jugar, les hago fuerza a todos en cada torneo y creo que el golf latinoamericano está creciendo cada vez más y por eso tenemos cada vez más representantes en el PGA Tour y es buenísimo que esté sucediendo así.
A nivel mundial, si tuviera que elegir, me quedo con Rory McIlroy porque creo que tiene un volumen de juego enorme, tiene mucha regularidad y creo que es un jugador que, si emboca de la misma forma en la que le pega a la pelota, siempre está cerca del título. Me encanta verlo jugar, me encanta su actitud y me gusta la honestidad con la que contesta las preguntas cuando se las hacen. Me parece una persona con una buena cabeza en sus hombros.
Para concluir, recordó la que fue su narración más emocionante
Nunca más me voy a olvidar cuando Ángel Cabrera ganó el US Open en Oakmont porque yo no podía hablar. Cuando llegaron los últimos 5 o 10 minutos de la transmisión, lo señalé a Francisco y le dije que siguiera él porque a mí no me salía nada, no podía hablar, literalmente.
La emoción no solo del triunfo de él (Cabrera), sino lo que sabía que significaba esa victoria en ese momento, ganándole a Tiger en su mejor momento. Todavía ahora que lo cuento se me llenan los ojos de lágrimas de pensar en lo inolvidable que fue.
*Las fotos de la nota y de portada son del archivo personal de Silvia Bertolaccini.