Marcelo Rozo habló de los dos momentos más duros de su carrera
El golfista bogotano se refirió al momento más duro de su carrera y no evitó hablar de lo ocurrido en el segundo semestre, cuando no superó 10 cortes de manera consecutiva.
Marcelo Rozo es uno de los representantes colombianos en el Korn Ferry Tour, gira alterna del PGA Tour a la que llegó tras una gran presentación en la temporada 2018 del PGA Tour Latinoamérica, donde terminó ubicado en el quinto lugar de la lista de ganancias, logrando su tarjeta, la cual conservó durante 2019, año en el que tuvo buenas actuaciones y estuvo muy cerca de ganar su primer torneo.
Sin embargo, 2020 ha sido distinto y, además de no haber podido mantener la misma regularidad del año anterior, la pandemia lo obligó a vivir situaciones con las que no contaba, como permanecer alejado de su esposa durante un largo tiempo, ya que se encontraba en Bogotá al momento del cierre total de los vuelos; el no poder practicar o jugar por el mencionado cierre de actividades en el país debido a la cuarentena y el cambio en varias de sus rutinas por la obligación de estar encerrado en casa de sus padres.
Por eso, su regreso a la competencia no fue nada sencillo y entre junio, cuando regresó la competencia, y agosto, falló 10 cortes consecutivos, nada normal para un deportista de su experiencia y un tema sobre el que habló en una charla de Instagram con la Agencia Deportiva Euforia, comparándolo un poco con 2015, año en el que, según sus palabras, vivió el momento más complicado de su carrera.
El 2015 y su regreso a la competencia post pandemia en 2020
«Ese 2015, en el que no pasé cortes en el Korn Ferry Tour después de haber quedado segundo en la lista de ganancias del PGA Tour Lat, fue duro. Pero también tengo que ser sincero, lo que me pasó después de la cuarentena no me había pasado hace muchos años, fallé 10 cortes seguidos y uno dice ‘no entiendo, es el momento en el que mejor he estado, en el que más me he preparado'», arrancó comentando Rozo.
Y prosiguió: «Las primeras cinco semanas en las que no pasé los cortes, estuve, no deprimido, pero sí muy triste, de mal genio, molesto con la vida, con el golf, con el deporte, con mi trabajo, pero mirando, en este momento, para atrás, creo que no fue la misma crisis por la que atravesé en 2015, es más no creo que fue una crisis. Simplemente eso es lo difícil del golf, volverse consistente durante todos los años que uno juegue en todas las giras (toures)».
Así salió de ese mal momento y lo ha ido dejando atrás
«En este momento ya llevo seis semanas mostrando cosas muy buenas otra vez, pero el golf es esto: uno está tan cerca de una semana hacer clic y otra vez volverse a meter en todo, que lo que hay que tener es una palabra clave, aguante, eso y paciencia. El aguante porque después de nueve años de estar aquí y fallar 10 cortes seguidos, sería fácil tirar la toalla y es difícil de explicar. Uno se pregunta: ‘¿Cómo?. Me estoy preparando de la mejor forma en la que lo he hecho en mi vida desde lo físico, técnico y mental, en todo'», continúa.
Uno piensa en dejar el golf para hacer otra cosa»
«Uno ahí dice, ya esto se acabó, voy a dejarlo para hacer otra cosa y es en ese momento en el que uno se da cuenta que muchos celebran con uno, pero muy pocos lloran con uno, que fue el caso de ahorita. Por eso digo, afortunadamente cuento con la gente que tengo alrededor mío. Otra vez estoy contento, listo para seguir, otra vez estoy jugando bien y aunque no he tenido los resultados que se esperan, el golf es mi profesión, no es la vida, pero es eso en lo que vengo trabajando ahorita con mi hermano, con mi esposa, con charlas con las que le busco darle la vuelta a la situación a ver qué se puede hacer diferente. Cómo podemos darle la vuelta a esto, algo que ya hicimos. Cambiamos hace cerca de cinco semanas unas cosas y funcionó, así que ahí vamos».
Lo que viene para él
«Ahora tengo tres meses para prepararme, para estar físicamente lo mejor que he querido estar y lo mejor que quiero estar para llegar a enero listo. Pero esas son dos épocas difíciles, en 2015 me levantaron los (Juegos) Panamericanos de Canadá, el siguiente año fue difícil, pero si uno tiene aguante y confía, cuando las cosas trabajan con seriedad y, aunque es difícil cuando se está en cancha pensar eso, pues hay que saber que el deporte es desagradecido muchas veces, pero también algunos días uno juega bien cuatro días, gana, llega a lo más alto y se encamina de nuevo, por eso hay que tener aguante y paciencia».