Análisis – ¿Hasta dónde?
Lo que antes parecía imposible, ahora es algo de cada semana. Golpes de más de 370 yardas que pese a la perfección de su ejecución abren un nuevo debate respecto a las distancias alcanzadas, el impacto de la tecnología y cómo se puede combatir esto en el golf como disciplina.
El problema no está en que se esté haciendo algo mal o se esté infringiendo alguna norma, la situación es que con los avances de la ciencia aplicados al deporte, para los jugadores es cada vez más sencillo alcanzar un par 5 en 3 golpes y llegar al green de un par 4 con una “simple” ejecución desde el tee.
Con base en lo anterior, ya muchos se habían referido al tema, sin que esto signifique que haya posiciones claras. Poco antes de su regreso, Tiger Woods había asegurado que iba si se continuaba de esta forma iba a tocar ampliar los espacios de juego (campos), lo cual, sin duda, es una tarea difícil.
Y aunque Tiger, según lo visto, tampoco es que le pegue muy corto, el exnúmero uno del mundo está en lo cierto, tal y como se pudo comprobar durante el último fin de semana en el primer torneo del año del PGA Tour, disputado en Kapalua y donde Dustin Johnson, haciendo alarde de su potencia, pegó un drive de 433 yardas que dejó la pelota a casi un pie de un hoyo en uno histórico.
Pero el número 1 de la actualidad, DJ, no es el único capaz de lograr esto, los pegadores largos del PGA, que cada vez tienen mejor técnica y en ello tienen un grandísimo mérito, son capaces de ejecutar esta serie de tiros con una regularidad que les facilita el juego en cada campo y aunque el golf no sólo se trate de pegarle duro a la bola, este sí es un factor determinante en varios casos y, así como lo dijimos anteriormente, amerita el estudio de fabricantes y entes rectores.
De tal manera, habrá que esperar cómo continúa esto, pues hasta ahora sólo se ha disputado un Torneo y ya tuvimos esta grata sorpresa, en donde el único capaz de esa distancia fue Johnson y aunque los otros se le acercaron, ninguno impactó la bola como él. Por lo tanto todavía no hay nada definitivo en esta cuestión que, seguramente con el paso de los años, tomará mayor trascendencia ya que la tecnología y los fabricantes, además de precisión, buscan esta serie de resultados que benefician al jugador, pero también pueden complicar al deporte.
Ustedes, ¿qué opinan?