El dilema estadounidense: entre el golf o el contagio
Tan solo 13 de los 50 estados del país han cerrado sus campos y han impedido la práctica del golf.
Mientras los aficionados al golf afectados por los cierres de los campos están molestos porque no se los deja jugar y el número de contagiados y fallecidos a causa del coronavirus aumenta considerablemente, el debate entre aquellos que defienden la práctica del deporte y las autoridades gubernamentales y sanitarias, en Estados Unidos, es cada vez mayor, pues son una gran mayoría los que no han tomado conciencia de la gravedad de esta situación y muy pocos los que prefieren cuidarse.
A lo largo y ancho del país de norte de América, solo 13 de los 50 Estados han finalizado con la práctica del golf a través de la norma, estos son: Maine, New Hampshire, Massachusetts, Vermont, New Jersey, Pennsylvania, Maryland, Wisconsin, Illinois, Michigan, Minnesota, Washington y Nuevo México. Y, aunque en otros lados del territorio no se vean campos abiertos tal como sucede en Florida, lo cierto es que en esas zonas no existe restricción, por lo que, según el portal GolfAdvisor, apenas el 40% de los campos se encuentran cerrados y en casos como el del mencionado Estado, ya se han reabierto dos de ellos en el norte y pronto la medida se podría repetir en otros tantos, pues el golf es considerado como una “actividad esencial”.
Estados Unidos es un país golfístico por naturaleza, sus habitantes aman el deporte y la Ryder Cup, por solo mencionar un evento, paraliza ciudades enteras. Por eso, no sorprende que solo 13 Estados tengan prohibida la práctica, 22 no tengan ningún problema en que se juegue y 15 tengan tímidas limitaciones como ir solo en un carrito y no salir en grupos de más de dos personas por turno.
Bajo estas medidas, golfistas profesionales como el español Jon Rahm o Lexie Thompson pueden salir a practicar sin mayores inconvenientes y aunque tienen una rutina y cuidados especiales, como limpiar bien el vehículo que toman o juegan solos en la mayoría de las ocasiones, nada les impide una práctica que no pueden realizar muchos de los golfistas que habitan Europa (solo Dinamerca y Suecia permiten jugar golf), Asia o la parte sur del continente americano. Algo similar a lo que ya habíamos narrado que se presenta con el Cactus Tour, gira amateur de Estados Unidos.
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“No queremos que las personas se sientan atrapadas o aisladas en sus hogares. El clima es bueno y hay que buscar la manera de salir, disfrutarlo y hacer todo esto con distanciamiento físico”, sentenció el gobernador Ron DeSantis tras haber emitido una orden para cerrar todos los negocios no esenciales, hecho que cambiaría en los próximos días y que, justamente, coincidirá con la temporada de más gastos en golf en The Villages (zona residencial del Estado), donde ya se están reabriendo los varios campos existentes.
De otro lado, los habitantes de New Hampshire parecen ignorar los riesgos y ya recogen firmas para la reapertura de los campos, algo que, seguramente, moverá la quieta economía estadounidense por estos días, pues el golf aporta cerca de 77.000 millones de dólares anuales al PIB de ese país.
Mientras todo esto sucede, el número de muertos, contagiados y afectados sigue creciendo y este jueves ya se llegó a la cifra de 460.029 casos positivos, mientras que el número de fallecidos ascendió a 16.374.
A continuación el ejemplo más claro a través de uno de los comentarios que se podía leer en la publicación de Lexi que adjuntamos a continuación. «Nosotros no podemos jugar golf todavía porque nuestro ridículo gobernador cree que estar afuera, así se conserve la distancia social, es muy riesgoso. El aire fresco y el ejercicio del golf o la pesca siguen prohibidos», sentenció el usuario.
Golfista | Foto tomada de Twitter: @SportsgridUK
