Cómo es jugar en el Club Campestre de Bucaramanga

Dándole continuidad a nuestra sección ‘Cómo es jugar en…’, José David Mendoza nos contó cómo le fue en el Club Campestre de Bucaramanga, uno de los campos más hermosos de Colombia.

Por: Jose David Mendoza // Twitter: @fosecomun

• Edad: 35
• Profesión o a qué se dedica: Publicista
• Handicap: 21
• Campo que jugó/ciudad: Campestre de Bucaramanga
• Año en que lo jugó: 2016
• Jugador favorito: Phil Mickelson

¿Cómo llegó a jugar a ese campo?
Organizamos un plan con jugadores de Bogotá para Semana Santa. El plan funciona muy bien porque hay opciones de entretenimiento para las esposas y los hijos.

¿Cuánto se gastó?
El greenfee está incluido en el alojamiento del hotel del club. Los caddies cuestan lo mismo que en Bogotá, de $35.000 a $40.000 es la tarifa de un caddie de primera. El refrigerio de los caddies es de $5.000 y el refrigerio por jugador cuesta entre $15.000 y $20.000, sin embargo, si está alojado en el hotel el desayuno está incluido. Como nos quedamos en el hotel del club, no había gastos de desplazamiento.

¿Cuál fue su experiencia en el campo?
Tengo que confesar (con el perdón de los amigos santandereanos) que tenía pocas expectativas, e incluso pocas ganas de ir a Bucaramanga. Pero debo aceptar, luego de visitar el Campestre y Ruitoque, que creo firmemente que esta ciudad es uno de los mejores destinos de golf que tiene el país.

Muchas cosas me sorpredienron gratamente, por un lado, la calidad del campo. Los 18 hoyos del Club Campestre de Bucaramanga son simplemente maravillosos. Es un campo maduro, con arboles gigantes, greenes firmes y fairways alfombrados. Por otro lado, una de las peores pesadillas que tienen muchos campos del país es la mediocridad de caddies que uno encuentra. Bueno, en el campestre, todos los caddies que nos acompañaron fueron de primera. De primera de verdad, conocian el campo, leian los greenes, aconsejaban los tiros, calmaban al jugador y, sobre todo, tenian una actitud de servicio sobresaliente.

No hay tee time, lo que significa que el que primero se arrodilla, primero se confiesa. Ya que el club esta en la ciudad, muchos socios juegan antes de ir a la oficina, por esto el campo abre a las 5:15 de la mañana. Para garantizar que se pueda jugar desde esa hora, el hoyo 1 tiene iluminación de tee a green.

Si uno decide salir por el tee del 10, más vale que sea un jugador seguro con los hierros, un par 3 de 171 yardas desde las marcas blancas con un tee que esta a unos 20 metros sobre la altura del green lo recibe a uno. Un hoyo con agua a la izquierda, un green muy pequeño que no recibe nada, rodeado por tres bunkers. Pero lo más dificil no es la complejidad del hoyo. El tee box esta justo en frente del quiosco, lo que significa que, sin importar la hora, siempre hay público viendo golpes solidos a green y shanks vergonzosos, consecuencia de la presión.

Mi recomendación: Salga por el tee del 1 para que coja el 10 caliente. Juegue temprano para que el calor no lo desarme. Juegue bola blanda por que los greenes no reciben nada. Créale al caddie porque sabe de qué habla y finalmente relájese con un buen whisky en el turco.

No les puedo describir la tremenda zona humeda del club. Ahh, no olvide tomar el Ice Bucket. En una de las duchas frente al turco hay un bucket con agua de nevera y un sistema artesanal que le permite a uno ser refrescado por un baldado de agua congelada.

¿Recomienda el campo? Sí
Calificación de 1 a 5 estrellas: 5 estrellas.