Columna | Por amor a la patria
Por: Federico G. Arboleda L. // @ArboledaFede
Aunque en 2002 los jugadores de la Selección de fútbol de Corea del Sur no eran muy conocidos y, por ende, nadie estaba muy enterado del tema, en caso de que el equipo no hubieran llegado a semifinales del Mundial del mencionado año, tal vez muchos de ellos se habrían visto obligados a prestar el servicio militar obligatorio de su país. Una tarea que sí o sí, la gran mayoría de hombres nacidos allá, deben cumplir.
Y es que el gobierno surcoreano, por más “abierto” y diferente que sea al de su homónimo del norte, sigue teniendo como regla obligatoria que sus hombres entre los 18 y los 35 años vayan a las fuerzas militares por un periodo mínimo de 21 meses, tiempo en el que reciben un entrenamiento y son enfocados hacia algunas de las diferentes fuerzas, donde la duración puede llegar hasta los 24 meses.
Así pues, deportistas, figuras públicas, actores y personas del común, deben seguir este mandato, que en muchos casos les impide continuar con sus carreras y, en otros tantos, suele ser sólo una etapa de la vida de un surcoreano que no está dispuesto a perder su nacionalidad por incumplir las leyes y que, tras su paso por las Fuerzas Militares, retoma su vida demostrando todo su potencial en el área en que se desempeña.
Rain, cantante de K-Pop surcoreano, fue obligado a enlistarse
Sin embargo, antes de empezar a hablar de los dos protagonistas de esta columna, vale la pena hacer una aclaración; aunque evitar el servicio militar en Corea del Sur es casi imposible, hay algunas formas de hacerlo:
- Deportistas: haberle dado una medalla a su país en los Juegos Olímpicos o consiguiendo un oro en los Juegos Asiáticos.
- Personas con discapacidad o trastornos mentales: aunque las personas con discapacidad muchas veces son exentas de cumplir con el servicio, otras tantas son enviadas a las oficinas a cumplir con labores diferentes a las militares, así cumplen con la ley. En cuanto a las personas con trastornos mentales o alimenticios, se les hace una evaluación detallada, pues en los últimos años, con la idea de evitar el servicio, se han detectado este tipo de casos causados conscientemente por las personas.
- Músicos: quienes hayan alcanzado altos logros en la música con instrumentos como guitarra, violín, etc.
Con base en lo anterior aparece el primer protagonista de esta historia: Son Heung-Min, un joven de 26 años que a los 16 años firmó con el Hamburgo de la Bundesliga, pasó al Bayer Leverkusen y ahí inició una gran carrera que ahora lo sitúa en Inglaterra, donde milita en Tottenham y es uno de los jugadores sobresalientes de su equipo.
Son, que es el jugador más reconocido de su Selección, llegó con sus compañeros, al Mundial de Rusia 2018, con la intención de avanzar lo más posible, consciente de que su grupo sería complicado, pero también sabiendo que, en caso de no avanzar de ronda, perdería una gran oportunidad para evitar el servicio militar obligatorio en su país.
Y aunque el seleccionado surcoreano puso en problemas a sus rivales y consiguió un gigantezco triunfo frente a Alemania, en el último encuentro, el esfuerzo fue en vano, pues lo hecho por México y Suecia fue mejor, algo que impidió que llegaran a octavos y puso a Son en un dilema que, de a pocos, se fue haciendo más espacio en los medios, ya que pronto debería dejar el Tottenham para dedicarse a ser militar.
Pero cuando todos los medios hacían eco de lo que venía para el talentoso futbolista, una luz apareció para él y la mayoría de sus compañeros de Selección, pues poco tiempo después de terminados el Mundial llegaron los Juegos Asiáticos, donde Corea del Sur siempre es una de las favoritas en fútbol y así lo volvió a demostrar. Los surcoreanos se colgaron el oro tras vencer a Japón en la final, le dieron a Son la posibilidad de evitar el servicio militar y el contrato del talentoso asiático con Tottenham, hasta 2023, está más vigente que nunca.
Son Heung-Min celebra su triunfo en los Juegos Asiáticos 2018. Así evitó el servicio militar.
Sin embargo, no todos los deportistas surcoreanos tienen la suerte de Son Heung-Min, pues hay deportes mucho menos populares que el fútbol, que no brindan la misma cantidad de oportunidades para conseguir medallas y esto fue lo que sucedió con Sangmoon Bae, ganador de dos eventos del PGA Tour y quien, en 2015, llegó a ubicarse en la posición 26 de la FedEx Cup, con todo lo que esto significa.
Bae, quien se hizo profesional en 2004 y entre 2012 y 2015 alcanzó el tope de su carrera al conseguir dos eventos del PGA Tour, intentó por todas las formas legales evitar el servicio militar en su país. Contrató abogados, demandó, mostró su destacada actuación en el Tour, se nacionalizó estadounidense buscando encontrar más argumentos, pero nada de esto le bastó para lograr evadir la responsabilidad impuesta por la ley de su país.
A finales de 2015, con 29 años, Sangmoon Bae el mejor golfista surcoreano del PGA Tour, tuvo que volver a su natal Corea, por orden judicial, para prestar el servicio militar, pues ya se encontraba violando la ley al haber sobrepasado los 28 años de edad –ese es el límite impuesto por el gobierno para presentarse en su país a cumplir con ese deber-.
Y sin poder hacer nada, regresó, pues no quería perder su nacionalidad y fue claro al momento de recibir el veredicto por parte de la corte: “Respeto la decisión de la corte, humildemente acepto lo que decidió la ley. Lo lamento por quienes me apoyaron, por la gente de Corea del Sur”.
Ocurrido esto, el PGA Tour emitió un comunicado en el que reconocía que Bae, al haber ganado un evento en 2015, tenía su estatus full hasta la temporada 2016 -17, sin embargo, también aceptaban la situación obligatoria a la que se enfrentaba el jugador, por lo que analizarían el caso para permitirle volver a la competencia finalizados los dos años de su servicio, con status full, entendiendo la situación.
Bae tras su servicio militar. Foto: Yonhap News
Así fue como dos años más tarde, en septiembre de 2017, Bae volvió al golf. No al PGA Tour directamente, pero sí en un evento del Tour Asiático y la PGA de Corea, donde se prepararía para la temporada 2017-18 del PGA Tour, al que llegaba con poco golf en los últimos dos años, pero bien preparado físicamente y “amando más el golf”, tal como lo comentó.
La temporada, como podía esperarse, no fue buena, su mejor puesto lo logró en el AT&T Pebble Beach Pro-Am, donde se ubicó 15, pero sólo superó 5 cortes en 17 eventos disputados y se ubicó 202 en la FedEx Cup, perdiendo sus privilegios como jugador del PGA Tour. La lógica, tras la falta de práctica, le cobró factura al buen jugador asiático, que para muchos ya estaba acabado en esta disciplina.
Sin embargo, en ese duro momento, Bae optó por seguir jugando y aprovechó las finales del Web.com Tour para intentar sumar lo necesario, en cuanto a ganancias, para volver al PGA. Esa fue la mejor decisión, pues en el tercer evento, el Albertsons Boise Open, luego de ubicarse 35 y 6to en los torneos anteriores, se quedó con el título y recibió su tarjeta, esa que probablemente nunca debió perder.
La emoción no pudo ser mayor, hubo festejos con muchas lágrimas y ahora resta el Web.com Tour Championship, último certamen de la temporada y en el que Bae no participará, para saber en qué condiciones regresa a la máxima categoría del golf mundial. Bae tuvo otra oportunidad, no tan sencilla de conseguir como la de Son, pero que seguro aprovechará. Y ya veremos cómo le va en su siguiente temporada, donde ojalá pueda retomar el nivel que perdió tras dos largos años de servicio militar.
Para concluir, es importante recordar que el líder de ganancias del Web.com Tour, en 2018, es el también surcoreano Sung Jae Im, quien aún no ha prestado su servicio militar. Así que habrá que esperar para saber qué sucede en su caso, pues Im sólo tiene 20 años.
Sangmoon Bae festeja su título en el Albertsons Boise Open
* El gobierno surcoreano ha trabajado, en los últimos años, para que la duración del servicio militar obligatorio baje de 21 meses, hasta un mínimo 18.