Jason Day, también dice ‘No’

Aunque ya había puesto sobre la mesa su posible baja de los Juegos Olímpicos, en la mañana de hoy Jason Day confirmó que no estará presente en Río de Janeiro para la disputa de la medalla de oro. El australiano, que era una de los protagonistas más importantes para la organización, tomó la decisión, al igual que varios de sus colegas, por miedo al contagio del virus del Zika.»La única razón de mi decisión es mi preocupación sobre un posible contagio del virus del Zika y el potencial riesgo que esto significa para mi esposa en sus futuros embarazos y para los miembros futuros de mi familia. Siempre mi familia será lo principal para todo lo que haga en mi vida», aseguró Day en un comunicado.

Tras esta noticia, Day se convierte en uno de los tantos atletas que citan al Zika como razón para su inasistencia en Río, teniendo en cuenta que ya lo hicieron otros como Rory McIlroy, Branden Grace y Marc Leishman, además de ciclistas como Tejay van Garderen.

Un mes atrás, Day había dicho que consultaría con los médicos sobre los riesgos de asistir a los Juegos Olímpicos para así tomar la mejor decisión y la respuesta recibida no fue la mejor para la competencia que se disputará en agosto.

«Los expertos en medicina me confirmaron que había algún riesgo para mí y mi familia. Mi esposa Ellie y yo hemos sido bendecidos con dos hermosos y saludables hijos y nuestra idea es tener más. Siempre fue una de mis mayores metas competir en los Juegos Olímpicos para represntar a mi país, pero jugar golf no puede ser un precedente para arriesgar la salud de mi familia», continúa el comunicado.

Finalmente, Day concluyó agradeciendo a los aficionados y confiado en que puedan entender su decisión: «Espero que los aficionados tanto del golf como de los Juegos Olímpicos puedan entender mi decisión. Quiero agradecer a todos los que me han apoyado durante mi carrera y le deseo lo mejor a quienes asistirán».

Partiendo de esto, los tres mejores golfistas australianos quedan afuera de la competencia olímpica, pues Adam Scott y Marc Leishman habían tomado la decisión previamente al anuncio que realizó el número 1 del mundo. Sumándose además el tercer Top 10 en decir ‘No’ a la cita olímpica, en donde dicha competición no se disputaba desde 1904.