Carlos Ardila: el sueño de jugar golf profesional al más alto nivel continúa
El campeón del LXIII Abierto del Club Campestre de Bucaramanga habló de su regreso a la competencia después de una dura lesión que lo obligó a pasar por el quirófano y una recuperación le devolvió la alegría y lo llevó de vuelta al golf amateur.
Jenny Ayala – @JennyAyalaM
Julio 2022
Después de una cirugía de hombro y varios meses sin competir, Carlos Ardila volvió a la competencia para coronarse campeón del LXIII Abierto de Gol del Club Campestre de Bucaramanga, una historia con un final muy feliz que, a continuación, les contaremos al detalle.
Tras tomar la dura decisión de abandonar el golf profesional debido a una dura lesión que requirió una intervención quirúrgica, Carlos Ardila, golfista cucuteño, empezó un camino lleno de obstáculos para volver a competir, un camino que, poco a poco, ha ido dando sus frutos. “Fue una decisión que tomé entre lágrimas”, comentó. Luego agregó: “En ese momento pensé que no iba a volver a competir debido a las posibles limitantes que vendrían con los tres tornillos y cuatro anclajes que me pusieron en el hombro”.
Ardila, quien representó al país en diferentes competencias a nivel internacional, venía con problemas en su hombro desde 2018, cuando fue diagnosticado con una tendinosis/tendinitis que, con el paso del tiempo, afectó el labrum (ayuda a mantener el hueso del brazo dentro de la cavidad del hombro). Desde entonces, el jugador participaba regularmente en sesiones de terapia, sin embargo, en el 2021, al culminar su participación en el 73 Abierto de Colombia, no aguantó más y decidió pasar por el quirófano alejándose del golf por un tiempo.
De la mano del Dr. Carlos Arroyo, el golfista empezó el camino hacia la recuperación después de descubrir, adicional a los problemas previamente mencionados, una ruptura del ligamento y el compromiso del cartílago articular, entre otros problemas en su salud.
El Dr. Arroyo realizó la operación el 9 de noviembre de 2021 con la esperanza de ver a su paciente volver a jugar golf. “Mi cirujano siempre fue muy optimista. El pronóstico era que podría volver a jugar golf competitivo en un año”, asegura Ardila recordando esos momentos.
Pero después de esto, vino una etapa hasta ahora desconocida, un proceso difícil lleno de emociones como el duelo, el enojo y luego de un buen tiempo, la aceptación. “Fue muy duro pasar de mucha independencia a tener que recibir asistencia hasta para bañarme y comer”.
Tras la cirugía empezó una etapa de adaptación llena de dolor físico y emocional: “No me gusta que me vean llorar, pero debo admitir que lloraba cuando estaba en el baño”, asegura el cucuteño al respecto.
Posteriormente iniciaron las terapias con la Dra. Zuleima Márquez y ahí vino el primer momento de tranquilidad y esperanza para el jugador, quien vio avances en cada sesión de terapia. “Vi avances muy rápidos y significativos en mi hombro, me sentaba en terapia después de dos semanas y veía que tenía los mismos avances de personas que llevaban mes y medio o tres meses”.
Esto lo lleno de motivación y ahí Carlos Ardila empezó a soñar con competir y ganar nuevamente: “Llegaba de terapia a pararme frente al espejo e imaginarme como sería mi swing, afortunadamente el hombro me quedó perfectamente funcional, solo con unas pocas limitaciones de movimiento”.
Con el paso del tiempo el jugador recibió permiso por parte de su staff médico para volver a practicar golf en abril, pero solo tres veces por semana en sesiones de 10 minutos y al finalizar abril las sesiones llegaban a los 40 minutos más unos minutos en el putting green.
En mayo, Ardila junto a su médico y terapeuta desarrollaron un plan de trabajo para poder competir en el torneo de Bucaramanga y ahí se empezó a gestar esta victoria.
Llegó el momento de competir y los nervios, la ansiedad y la expectativa se apoderaron del este golfista: “Me sentía como un jugador de 14 años debutando en primera categoría. Respiré, acepté esos sentimientos y salí a jugar”.
Al pasar los días, de juego Ardila se empezó a sentir más cómodo y él empezó a creer en la posibilidad de ganar desde el primer día: “Sentí que volví a tener esa mentalidad fuerte por las mismas ganas de competir y ganar”.
Definitivamente no fue una batalla fácil competir con jugadores del calibre de Nicolás Quintero (vigente campeón del Abierto de Colombia y Copa Donovan), Esteban Jaramillo y Santiago Chamorro. Jugadores que han estado activos en su proceso de golf universitario, sin embargo, Carlos logró hacerlo y se mostró sólido ante la adversidad.
“Mentalmente tuve que aceptar que estos jugadores llegaban con buen ritmo y yo venía de una ‘para’ muy grande. Sin embargo, sabía que yo tenía experiencia. Cerrar un torneo es lo más difícil y el último día me tocó aceptar mis errores de los primeros 9 hoyos y salir con mentalidad de un nuevo torneo para los últimos 9, en los que logré cuatro birdies seguidos”, dijo Ardila.
La soñada victoria se hizo realidad en el hoyo 18 del Club Campestre de Bucaramanga el 3 de julio del 2022. “Se me erizaba la piel desde el hoyo 17, se me salían las lágrimas de la emoción”, comentó Ardila mientras agradece a todas las personas que lo acompañaron en este proceso de volver a competir.
“Este triunfo primero se lo debo a Dios, a mi equipo médico que hizo un trabajo fenomenal. Estoy agradecido con mi familia que siempre me ha apoyado; con mi novia que, siendo psicóloga y deportista, me ayudó mucho en este proceso y con mis compañeros. Honestamente me sentí en casa gracias a todos los cucuteños que estuvieron apoyándome en este torneo”, sentenció.
Tras una gran lucha, Carlos Ardila triunfó en una increíble batalla mental y volvió a las canchas para salir victorioso. Mientras tanto, está etapa le enseñó a entender que no todo ocurre como se espera, le permitió experimentar que el camino hacia los sueños no es siempre una línea recta y lo llevó a entender que no siempre se podrán saltar los obstáculos que llegan a la vida, pero siempre se les puede dar la vuelta.
Después de este torneo, Carlos sueña con demostrar su calidad como jugador, entrar al LAAC y tener la oportunidad de representar al país en diferentes eventos. Aún tiene camino por recorrer, en cuanto a su recuperación, para poder competir regularmente, pero sigue trabajando con su mirada puesta en más victorias.