El blog de Maribel | Cuatro ideas para apoyar a las mujeres golfistas en nuestro país

Marzo de 2022.
Maribel López Porras.

Si bien el golf femenino ha crecido demasiado, todavía falta un largo camino por recorrer.

Este año se cumplen 27 años desde que tuve la fortuna de empezar a jugar golf y de conocer todo lo que lo rodea, lo cual me ha permitido, a través de los años, observar grandes cambios sociales y deportivos dentro de este hermoso mundo. Estas experiencias me animaron a escribir este mes sobre diferentes maneras en las que podemos apoyar a las mujeres golfistas en nuestro país.

Si bien se conocen los diferentes limitantes, estereotipos y construcciones sociales que nos rodean a nosotras, las mujeres, a nivel global, el deporte no es una excepción, así que a lo largo de los años he visto como, a través del vocabulario y de acciones del día a día, el papel de la mujer golfista ha sido atacado, criticado, y a veces olvidado, en el contexto mayor del desarrollo del deporte.

En ese sentido, hoy quisiera compartir con ustedes 4 maneras en las que podemos ayudar a desarrollar de una manera positiva el rol de la mujer golfista en Colombia.

• No comparar nuestro rendimiento – características de juego con el juego de los hombres: 

Perdí la cuenta de la cantidad de conversaciones en las que diferentes personas me preguntaban y comparaban mi rendimiento deportivo con el de los hombres. Notaba que las personas querían “entender” o “traducir” en su mente qué tipo de jugadora sería yo en el núcleo masculino.

Hace muchos años, cuando comparaban un golfista, yo respondía todo lo que me preguntaban, pensando que así las personas entenderían mi juego y sus características, pero con los años me he dado cuenta de que esas comparaciones sobran. El golf de hombres y de mujeres no es equiparable, pues las capacidades físicas, las características sociales y las emocionales, difieren naturalmente.

Además de estos puntos, hay varias cosas que influyen y que deberían entenderse previamente. Las distancias cambian, en ocasiones la cantidad de competencias ofrecidas a los hombres son mayores, los premios son diferentes y el contexto también. El juego y sus bases no cambian, claro está, pero las maneras en las que un hombre y una mujer aproximan el juego son distintas.

Es decir, el golf masculino y el femenino, son absolutamente maravillosos, pero cada uno cuenta con características propias, una evolución distinta y una aproximación única.

A partir de esto, quisiera animar a quienes leen estas líneas a no comparar. Cuando conozcan a una golfista, indaguen, pregunten sobre sus inicios, sus rutinas de práctica y detalles de su juego, pero no comparen su juego con el de un hombre, pues esto, en mi opinión, no es la mejor manera de apoyar el desarrollo deportivo de una golfista.

Hoy por hoy contamos con una historia de mujeres golfistas excepcionales y, si queremos usar a alguien como guía, tenemos suficientes nombres de los cuales podemos conocer y aprender.

• Poner atención al vocabulario que se usa en conversaciones diarias sobre mujeres golfistas:

Las palabras que empleamos a diario en conversaciones que consideramos no trascendentales son, en realidad, lo que de cierta manera construye nuestras realidades. A través de los años he escuchado conversaciones en donde tanto hombres como mujeres hablan de una manera negativa sobre mujeres golfistas.

Algunos criticaban la manera en la que juegan, el tiempo que emplean en pegar un tiro, su atuendo e incluso he escuchado opinar sobre si una mujer debiera estar en un campo de golf o no.  Cabe resaltar que, en todas estas conversaciones, he aportado mi opinión y quienes mencionaban esas palabras me escucharon respetuosamente, cosa que agradezco enormemente. ¡Ojalá todavía recuerden algo sobre lo que les compartí!

Lo que hablé con muchas personas fue lo siguiente: es responsabilidad de todos crear un entorno comprensivo y amable con quienes están a nuestro alrededor, tanto dentro como fuera de los campos de golf. Solo así podremos evolucionar, de una manera consciente, hacia una sociedad más amable, más humana y comprensiva.

Nosotros tenemos la responsabilidad de crear un espacio seguro. Un espacio en donde quien quiera venir y ser parte, se sienta en capacidad de desarrollar su talento hasta donde le sea posible. El uso de vocabulario irrespetuoso, negativo y violento hacia la mujer dentro y fuera del deporte, nos corta las alas y nos impide seguir evolucionando como comunidad.

Los animo a poner atención a las palabras que salen de su boca. ¿Son palabras que nutren y aportan? ¿Son palabras que hieren y maltratan? Tanto mujeres como hombres merecemos respeto y comprensión. El hecho que hasta hoy sigamos escuchando conversaciones en las que mujeres y hombres son juzgados y atacados, es una muestra del mucho camino que nos falta por recorrer. juzgados y atacados es una gran muestra del largo camino por recorrer.

• Incluir a un mayor número de mujeres en entidades, organizaciones y juntas directivas en donde se promueva la toma de decisiones y cambios en el golf nacional.

Los grandes cambios, las ideas innovadoras y las acciones que cambian vidas, en mi opinión, tienen un mayor poder si hay diferentes opiniones y realidades en la mesa. Con esto quiero decir que si queremos revolucionar nuestro deporte, tenemos que incluir a personas con historiales diferentes, con géneros distintos, experiencias variadas, pero, sobre todo, a seres humanos que tengan la habilidad de empatizar y entender diferentes realidades.

Tener a un mayor número de mujeres presentes en conversaciones y toma de decisiones importantes es algo que sólo aportaría positivamente al desarrollo golfístico en nuestro país. Darnos la oportunidad de hacer las cosas de una manera diferente, es un gran inicio.

Poder escuchar ideas tanto de hombres y mujeres que aman el deporte es una gran base para seguir expandiendo nuestro deporte a través del territorio nacional. Dejar los miedos, los estándares y opiniones ajenas son cosas que también debemos soltar para así empezar a construir un futuro más congruente con las acciones que anhelamos y que ellas se hagan realidad.

• Crear espacios para que la mujer golfista desarrolle su potencial deportivo

Siento que este punto cada día gana más fuerza. En comparación con años anteriores, la mujer está poco a poco abriéndose un camino amplio y lleno de oportunidades en el golf, pero esto puede mejorar.

Es vital seguir construyendo espacios de competencia, práctica y desarrollo deportivo para todas las mujeres golfistas. También creo que todas las que hemos tenido la oportunidad de jugar este deporte, por muchos años, tenemos una responsabilidad con el deporte que tanto nos ha dado: seguir hablando y aportando nuestra opinión sobre las diferentes maneras en las que el golf femenino puede seguir creciendo, es nuestro aporte.

Ayudar y guiar a mujeres que quieren conocer más de este deporte, fomentar el juego y la competencia en los diferentes clubes, proponer ideas innovadoras para que las mujeres puedan seguir disfrutando de este deporte y se sientan parte del golf nacional, es también una tarea pendiente.

Toda mi admiración a las mujeres golfistas de Colombia. Gracias por su valentía, su dedicación, y su amor por el deporte. Gracias a todas quienes participan en clínicas, paseos femeninos, medallas mensuales y torneos nacionales.

Es gracias a su participación y aporte que las golfistas de este país pueden soñar con vivir en una Colombia en donde sus necesidades sean tenidas en cuenta, y su desarrollo deportivo sea de interés para quienes están a cargo de las entidades que fomentan y hacen crecer el deporte a nivel nacional.