El blog de Maribel | Tres beneficios del yoga en la práctica del golf
Conocer tu cuerpo y tus emociones puede ser una poderosa herramienta en una ronda de golf.
Maribel López Porras
Enero de 2022.
Desde hace varios años la práctica del yoga llegó a mi vida y, aunque al principio no entendía muy bien en qué consistía todo eso que se hacía, con el paso del tiempo he visto cómo esta, asumida también como estilo de vida, ha transformado varios aspectos en mi día a día.
Desde ir más despacio, observando mejor mi entorno, mis emociones y actitudes, pasando por ser más consciente sobre mi respiración y cuerpo, hasta entender más y más el poder de una gran meditación o relajación, todos estos han sido grandes descubrimientos que me han llevado a entender mejor de qué se trata esta disciplina.
Por eso, para este mes de enero, quisiera compartir con ustedes tres grandes beneficios que, como golfista y practicante del yoga, he podido disfrutar. Además, teniendo en cuenta que estamos iniciando un nuevo año, quiero invitarlos a experimentar cosas diferentes.
Hay un sinfín de actividades que pueden ser un gran complemento a nuestra práctica de golf y el yoga es una de ellas. ¡Anímense a buscar otras cosas y experiencias que les aporten energía, vitalidad y diversión!
Estos son los tres grandes beneficios que el yoga ofrece a los golfistas:
- Control de la respiración
Entender y coordinar la respiración con mis movimientos, durante la práctica de yoga, ha sido un gran ejercicio para elevar mi conciencia sobre esta. Es muy fácil ir en “automático”, siguiendo rutinas diarias, sin tomarnos unos segundos para ver cómo está nuestra respiración.
Y eso mismo sucede en el campo de golf, nos enfocamos tanto en los resultados que nos olvidamos de las bases de nuestro proceso, nuestra respiración. En cada práctica de yoga tenemos la oportunidad de observar nuestros patrones respiratorios, analizar ritmos y entender qué momentos y experiencias alteran dichos patrones.
Esto trasladado al campo de golf es un beneficio que no solo aplica al deporte, también se puede trasladar a cualquier persona en su diario vivir.
- Conocimiento y entendimiento del cuerpo
Hay muchos estilos de yoga y cada uno tiene lo suyo: la flexibilidad, las posturas, la rapidez y la relajación, son solo algunos de los puntos que se trabajan y, al final, uno puede experimentar cada uno de estos y ver cuál es el que más se adapta a los objetivos que está buscando.
Y aunque cada uno de ellos es diferente, todos tienen un punto en común: cada estilo de yoga busca ayudarnos a entender y a conocer nuestras capacidades y las limitaciones de nuestro cuerpo, algo directamente relacionado con nuestras diferencias.
Mientras que unos tienen mejor flexibilidad, otros entienden las cosas más rápido que los del lado. En el caso del yoga, cada persona pone su ritmo y su esfuerzo acorde a sus capacidades, sin que esto signifique que algo esté bien y lo otro mal.
Entender eso, también cambió mi manera de ver el swing del golf. No todos los swings son iguales, no toda la teoría que se encuentra en los libros se puede aplicar a cualquier persona, la clave, en este caso, es conocer nuestro cuerpo, saber de qué somos capaces, entender cómo podemos maximizar nuestras capacidades y eso llevarlo al golf y a cada aspecto de la vida.
El yoga nos brinda la oportunidad de reconocer nuestro cuerpo, entenderlo y darle lo que necesita para poder tener una mejor calidad de vida, ese beneficio también se puede aplicar a cada una de nuestras rondas de golf.
- Recrear momentos de tranquilidad y observación en momentos clave:
El yoga es una puerta abierta a la tranquilidad, la calma y a la observación. Las prácticas de yoga siempre acaban con una corta relajación en donde se invita a observar el cuerpo después de la sesión. Esta es una de mis partes favoritas, porque además de tomar unos minutos para sentir y observar, ese es un instante que podemos recrear cuando lo necesitemos, en este caso durante un recorrido en el campo de golf.
Mientras caminamos, entre golpe y golpe, hay un momento que se puede usar para dar calma y relajación.
¿Cómo hacerlo?
Lo primero es observar cómo nos sentimos mientras jugamos y hacernos preguntas que nos enfoquen. ¿Qué siente nuestro cuerpo? ¿Hay alguna parte tensionada o adolorida? ¿Estamos agitados? ¿Estamos caminando muy rápido? ¿En dónde estoy enfocando mi energía? ¿Estoy alimentando mis miedos?
Estas preguntas, aunque parezcan ajenas al juego, pueden ser la clave para mejorar algunas cosas dentro de una ronda y, les puedo asegurar, son la base para conocer mejor nuestro cuerpo, saber qué estamos sintiendo y cómo podemos controlarlo, algo que, sin duda, puede afectar para bien nuestro recorrido.
Ojalá alguno de ustedes se anime a tomar una clase de yoga y conocer más acerca de estos tres beneficios que les pueden servir en el golf, convirtiéndose en una poderosa herramienta. Si lo hacen, espero les sirva.
Nos leemos en una próxima,
*Foto del artículo: tomada de Danzantebay.mx